EL GOL DEL SIGLO

−Fue una jugada memorable del Flavia Fútbol de Club, compartida por Modesto Rial, Luis Villanueva, Celestino Pichel, Ángel Rodríguez, José Bugallo, Víctor Bas, Eduardo Alonso, Andrés Kaphammel, entre tantos gallegos entrañables: orensanos, coruñeses, lucences, pontevedreses.

−Cuando faltaba muy poco, casi sobre la hora, los gallardos futbolistas decidieron fundar su propia institución para seguir compitiendo en la Liga Española de Deportes, creada en un fraterno partido entre carniceros y baristas.

−Eran jóvenes emprendedores que disfrutaban de sentimientos profundos: amor por el deporte y morriña por la patria.

Así nació el Centro Pontevedrés, un 26 de setiembre de 1958.

​−Las primeras reuniones fueron en la casa de José Méndez, en Democracia y Cuñapirú, corazón de La Comercial, montevideana e histórica, pero se transformó en institución, no muy lejos de allí, en Nueva Palmira y Cufré, en lo de Nemesio Carballo, su primer presidente.

−Como buenos gallegos, los fundadores comenzaron a recorrer la ciudad en busca de un lugar en el mundo. Primero fue en la calle General Prim (hoy Líber Arce), en el barrio Villa Dolores, donde estuvieron doce años.

Amor a Pontevedra y a Galicia 

en el bucólico Paso Molino.
(Ignacio Naón, 2009)

−De allí a un amplio local de Garibaldi y Manuel Albo, en el Parque Batlle, a metros del legendario Estadio Centenario que inspiraba los mayores sueños de gloria deportiva.

−En la década de 1970, con el sacrificio y la solidaridad de un puñado de amigos, el Pontevedrés adquirió su primera sede, en la calle Lavalleja (actual José Enrique Rodó), del barrio Cordón, donde hoy funciona el Centro Hijos de Galicia.

−La labor fue dura y constante, en honor a la memoria del pequeño equipo de fútbol transformado en un gran centro social, cultural y deportivo, que en 1984 adquirió una casona en la calle Francisco Gómez, el casco de una quinta del Paso Molino señorial.

−La finca, naturalmente hermosa, fue embellecida por el entusiasmo y la sensibilidad de mujeres y hombres comprometidos con un ideal, con el apoyo de la Xunta de Galicia y la Diputación de Pontevedra, con especial interés de su presidente Ramón Louzán.

−Así creció, con el paso de los años y el trabajo de su gente, hasta adquirir la dimensión actual de colectivo mayor de la inmigración gallega en el Uruguay. −Como suele decir Andrés Ferreira Lago, notable presidente del cincuentenario celebrado en 2008: “Nuestra institución es el fruto de la perseverancia, el trabajo, el ahorro, el tesón. Todo por nuestra tierra y nuestra cultura, gallega y milenaria.”

−El Pontevedrés fue la mejor jugada del olvidado club que evocaba a la  Iria Flavia galaica, la parroquia natal de uno de sus jugadores. Para ellos, fue el gol del siglo.